Yo estaba en aquella ventana, escuchando chirriar sobre aquellos railes los tranvías que surcaban la calle.
Calle abajo y calle arriba, sin cesar, a lo largo de aquellos siete años que estuve alojado en el hostal de la rue de Ambrosio.
Cuantas veces la vi mirando por la ventana del tranvía, con los ojos perdidos al infinito.
Cuantas veces la vi de pie, agarrada a la barra sonriendo o cabizbaja.
Cuantas veces hubiera silbado para que me prestase atención y fijara su mirada en la mia unos instantes. Siempre estaba pendiente de cuándo debía asomarme para verla bajar frente a mi ventana cada tarde. Pensé mil veces en tomar aquel tranvía de las cuatro y cuarto.
Un domingo que había salido al parque, la vi cruzar la calle, venía hacia mí. Cuando pasó por mi lado me dispuse a saludarla. Un simple «¡Hola, bonita tarde!»; pero quedé paralizado mirandola sonreir.
Así fue que perdí mi tren y volví a la ventana donde seguí durante años admirando esa sonrisa y esos ojos. Una tarde más, como cada tarde a las cuatro y cuarto, pude observarla agarrada a la barra. Pero algo había cambiado. Un joven de barba cerrada y ojos dulces la rodeaba la cintura. Ella sonrió acariciando su rostro y lo besó.
En ese mismo instante lo entendí. Entendí que puedes dejar pasar un tren pero no mil tranvías.
Me ha gustado..😉, mi más sincera enhorabuena por lo que has escrito, me ha parecido muy interesante y bonito… espero que sea el primero de muchos relatos que lea.
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Escrito con ternura y delicadeza. Relato sencillo que te deja pensativa y reflexiva sobre muchos aspectos de una misma. Me ha encantado!! Para cuando el próximo!!
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Hay diez relatos más, puedes cotillear y seguiré anunciando los libros para publicación próxima. Gracias por este bonito comentario
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Gran relato Bea, esta lleno de emocion y te transmite eso que ya hemos olvidado, vivir la vida y no dejar pasar la luz que tanto nos ilumina y que muchas veces ni nos damos cuenta de que la tenemos delante. Una historia muy tierna.
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Me he podido trasladar perfectamente al escenario de está historia que describe lo que ocurre tantas veces, la imaginación vuela con el deseo que quedan atrapados en la permanencia en la observación. Un relato lleno de belleza y poesía. Gracias.
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Touché….gran recordatorio de no dejar la vida pasar y vivir al margen….
Sigue escribiendo para recordarnos todo lo que se nos olvida por el camino….
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Gracias , no pararé que no quiero perder ni un tren más.
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Qué bien escribes, Bea! El mensaje de este relato es Carpe Diem 😉 Muy bueno
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Gran relato con su moraleja final llena de verdad. Me gusta como esta escrito su estructura y sensatez. Enhorabuena ahora cotillearé el resto. Besitos!!
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Qué bueno Beatriz!!!
Tienes talento para desarrollar tu encantadora imaginación.
Quién no se ha hecho alguna vez la «triste» pregunta de? : Y si hubiera…?
Gracias por el tiempo vivido leyendote
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DULCE….DESCARADA…EROTICA.. EDUCADA…..ELEGANCIA EN TU NARRATIVA.. ME ENGANCHA TU TERNURA….
BUSKARE TUS LIBROS PARA EMPAPARME DE TI…
LA K…ES POR VALLEKAS…
WAPISIMA ME ENKANTA
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A ver si publico ya prontito y os leeis todo al completo. Gracias por tus palabras Niky
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Me dejo sin palabras y sobretodo sin respuestas.
Gajes del oficio… antes de acabar la lectura de este.precioso relato.. ya tenia yo preguntas e incluso respuestas.
El final.me cerro la boca bien cerrada 😂.
Muchisimas gracias.por compartirlo.
T D C.
Un Relato q me lleva a reflexionar quien pierde el tranvia tantas vecs, lo estare perdiendo yo o son.otras quien lo.pierden. Creo q ambos.
Preguntas sin respuestas, pienso que atreverse a cruzar las vias de tren sin.miedo a ser atropellado, y si va doler pero el.dolor es.menos de lo que imaginamos.
TDC.
Muy profundo.mi escrito nose si alguien lo entiende. Yo Si.
Un abrazo
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Me ha encantado Beatriz. Por tu forma de contarlo haces que quiera más de esa historia, engancha y quiero seguir descubriendo más de lo que escribes. Gracias!!
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De una moraleja cotidiana y conocida, consigues, al menos en mí, una abstracción extraordinaria y cercana. Que descubrimiento, hija 😜
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Bonito relato y muy real…cuántos trenes dejamos pasar por miedo o por un rechazo…. muchos seguro… pero siempre vendrá otro más.. enhorabuena sigue con estos bonitos relatos que nos hacen pensar..
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